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Los chicos y chicas de Aspadir aprenden a jugar al golf en su primera experiencia al aire libre desde que se inició la pandemia

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Víctor, Alberto, Ana Isabel, Omar, Eduardo, Pedro, Guillermo y Miguel escuchan atentamente las instrucciones de Ángel y Julián, dos expertos profesores de Golf Negralejo, situado justo en la frontera del término municipal de Rivas y el de San Fernando de Henares. Los ocho —a la última clase no han podido acudir Juanjo y Clara, ambos víctimas de la alergia que dificulta mucho la práctica de este deporte en primavera— son miembros de Aspadir, y desde hace más de un mes aprenden semanalmente todos los secretos de este deporte en el marco de un proyecto de la Federación de Golf de Madrid y su comité de golf adaptado. La directora del Centro Ocupacional de la asociación ripense, Nereida Iglesias, se muestra encantada con la iniciativa: “La experiencia está siendo muy buena porque los chicos están mejorando mucho en aspectos como la visión espacial y la concentración, y además salimos del centro a un espacio natural maravilloso, algo que después de un año nos hacía mucha falta”, explica.

Cada lunes, los chicos y chicas de Aspadir que participan en la actividad se ponen en manos de Ángel y Julián durante dos horas en las que disfrutan tanto que “Se ponen a aplaudir nada más salir del autobús” que les lleva al campo de golf, cuenta Nereida Iglesias. No es para menos teniendo en cuenta, además, que el golf ha sido el reencuentro para las personas del centro con las experiencias grupales al aire libre después de más de un año. “Tenemos un montón de actividades en las que nos relacionamos con el entorno y de repente, con la pandemia, vernos encerrados y vernos solos, para nosotros ha supuesto un esfuerzo muy grande”, añade.

Ya en el campo, los ocho deportistas estiran cada uno desde su jaula de prácticas, y acto seguido empuñan el palo y comienzan a practicar sus respectivos swings al tiempo que reciben las correspondientes instrucciones de Ángel y Julián, que insisten especialmente en la postura del cuerpo, tal y como hacen con cualquier persona que se inicie en este deporte tan exigente a nivel técnico.

Durante este primer tramo de la clase, todos los chicos y chicas de Aspadir disfrutan de forma distendida del deporte al aire libre y celebran cada impacto con la pelota, siempre bajo la supervisión de los dos profesores del Golf Negralejo y de Nereida Iglesias, que les acompaña durante toda la clase. Algunos como Ana llevan la procesión por dentro y se muestran más tranquilos, otros como Pedro son la motivación en persona, Omar se viene arriba al golpear a la bola casi en su primer intento -es su primera clase- y Guille, el más experimentado del grupo porque lleva jugando al golf dos años, demuestra sus habilidades y su dominio de los distintos palos.

A continuación, tras un breve descanso, el grupo inicia la segunda parte de la clase en uno de los greenes de prácticas de Golf Negralejo, donde se sueltan más si cabe al poder compartir el campo de juego ya sin las medidas de seguridad propias de las jaulas, en las que es obligatorio colocarse de forma individual. “Al principio reconozco que era un poco reticente porque es un juego individual pero me he dado cuenta viendo a los chicos que no es real porque en el campo estamos todos juntos y nos animamos los unos a los otros”, reconoce la directora del Centro Ocupacional de Aspadir.

Los chicos se involucran en todos los ejercicios propuestos por Ángel y Julián para practicar el putt, el golpe más conocido en el mundo del golf porque es el definitivo, el que lleva la bola hasta el agujero salvo excepciones contadas. Y así, intentando embocar desde distintas posiciones, se acaba una clase que, a juzgar por sus caras, se les queda incluso corta, por lo que no sorprenden las conclusiones de Nereida Iglesias al respecto de la actividad: “La lectura es positivísima. Ojalá nos dure todo el año. Los chicos están contentísimos, y prueba de ello es que se han apuntado más personas, hasta tal punto de que vamos a hacer dos grupos que vendrán de forma alternativa un lunes cada uno”, concluye Iglesias, que agradece el compromiso y la atención que el Golf Negralejo, y especialmente sus profesores Julián y Ángel, están brindando a este proyecto conjunto con Aspadir.